NO PUEDO CON LA VIDA

No puedo con la vida, creía que no llegarían las vacaciones, al menos de papeles (de hecho no han llegado) llevo días, meses, ahogadita entre papeles...yo que creía que el oficio de enseñar tenía su gracia, raro, pero tiene sus cositas. ¡Pues no! nos lanzaron a los procesos de calidad rumbo a la EXCELENCIA. ¡Se han vuelto locos! la administración y esta vorágine de sociedad que no sabe a donde va ni de donde viene. Que los niños no saben hacer la O con un canuto ¿A quien le importa? maquillamos los números, cambiamos los currículos y lo que haya que cambiar que así se entretiene el personal. Lo que es no es lo que parece que para eso sirven lo papeles. Resultado, parezco una mecanógrafa de otro tiempo navegando entre protocolos con toda la parafernalia burocrática hasta el delirio y no sigo porque me aburro hasta yo misma. Las clases y los alumnos es lo de menos y los recursos materiales para ello, una trochada, como por ejemplo, el espacio para trabajar. Con un ordenador puedes dar la clase hasta desde la cama. Eso sí, el trabajo que hacían antes los administrativos lo hacemos nosotros ahora sobre todo en casa: mas trabajo y menos gente trabajando para variar. Y la calidad se la pasan por el forro. Lo dicho que me aburre la cuestión, claro una vez superada la experiencia kafkiana, porque he estado de lo mas entretenidita.
Mi perro se fue, pronto navegará por las galaxias, mientras tanto está bajo el almendro y yo lo echo de menos, pero ésta será otra entrada que se lo merece.