BLOG EN BARBECHO

El blog efectivamente está en barbecho y posiblemente yo también. Parece que no es una cuestión de temporada, espero que la técnica agraria dé sus resultados. Yo parando de verter palabras al universo virtual (que por otro lado no hace daño a nadie) sé que no haré nada por detener el mal de este planeta, pero me voy de momento un poco más aliviada con la decisión de Obama sobre las emisiones de CO2 ¿Comenzará a cambiar algo? Si quiero que cambie para Aminetu Haidar ¡Tiene que volver a su país, El Sahara!

Un beso a todos los que por aquí se acercan y gracias por visitar este blog.

POR NO ESTAR DISTRAÍDOS

Era la levísima embriaguez de andar juntos, la alegría como cuando se tiene la garganta un poco seca y se ve que por admiración se estaba con la boca entreabierta: ellos respiraban de antemano el aire que estaba por delante, y tener esa sed era el agua misma para ellos. Andaban por calles y calles hablando y riendo, hablaban y reían para dar materia y peso a la levísima embriaguez que era la alegría de su sed. A causa de los coches y personas, a veces se tocaban, y con ese toque -la sed es la gracia, pero, las aguas son una belleza oscura-, con el toque brillaba el brillo de su agua, y la boca quedaba un poco más seca de admiración. ¡Cuando admiraban estar juntos!

Hasta que todo se convirtió en no. Todo se convirtió en no cuando quisieron esa misma alegría. Entonces la gran danza de los errores. La ceremonia de las palabras desacertadas. Él buscaba y no veía, ella no veía lo que él no había visto, ella que estaba allí, sin embargo. Y él que estaba allí. Todo salía mal, y estaba la gran polvareda de las calles, y cuanto más se equivocaban, con más espereza querían, sin una sonrisa. Todo porque habían prestado atención, sólo porque no estaban ya distraídos. Sólo porque, súbitamente exigentes y duros, quisieron tener lo que ya tenían. Todo porque quisieron dar un nombre; porque quisieron ser ellos, ellos que ya eran. Y entonces aprendieron que, al no estar distraídos, el teléfono no suena, y es necesario salir de casa para que la carta llegue, y cuando el teléfono finalmente suena, el desierto de la espera ya cortó los hilos.
Todo, todo por no estar ya distraídos.

Clarice Lispector es brasileña (1925-1977)
De los libros:

"Revelación de un mundo".Ed Adriana Hidalgo.

"Para no olvidar". Ed. Siruela 2007

NO PUEDO CON LA VIDA

No puedo con la vida, creía que no llegarían las vacaciones, al menos de papeles (de hecho no han llegado) llevo días, meses, ahogadita entre papeles...yo que creía que el oficio de enseñar tenía su gracia, raro, pero tiene sus cositas. ¡Pues no! nos lanzaron a los procesos de calidad rumbo a la EXCELENCIA. ¡Se han vuelto locos! la administración y esta vorágine de sociedad que no sabe a donde va ni de donde viene. Que los niños no saben hacer la O con un canuto ¿A quien le importa? maquillamos los números, cambiamos los currículos y lo que haya que cambiar que así se entretiene el personal. Lo que es no es lo que parece que para eso sirven lo papeles. Resultado, parezco una mecanógrafa de otro tiempo navegando entre protocolos con toda la parafernalia burocrática hasta el delirio y no sigo porque me aburro hasta yo misma. Las clases y los alumnos es lo de menos y los recursos materiales para ello, una trochada, como por ejemplo, el espacio para trabajar. Con un ordenador puedes dar la clase hasta desde la cama. Eso sí, el trabajo que hacían antes los administrativos lo hacemos nosotros ahora sobre todo en casa: mas trabajo y menos gente trabajando para variar. Y la calidad se la pasan por el forro. Lo dicho que me aburre la cuestión, claro una vez superada la experiencia kafkiana, porque he estado de lo mas entretenidita.
Mi perro se fue, pronto navegará por las galaxias, mientras tanto está bajo el almendro y yo lo echo de menos, pero ésta será otra entrada que se lo merece.

NIGEL KENNEDY y KROKE

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Dia Internacional contra la Homofofia y la Transfobia: 17 de mayo

LAS MANOS

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Últimamente me obsesionan las manos. Por cierto ahora caigo, las tengo especialmente tensas y si no las relajo me duelen (la manera más eficaz de relajarlas es improvisar al piano) pero nadie merece y menos mi mujer, el perro y el gato que les machaque los oídos de esa manera). También últimamente he descubierto el blog en El País de Ángeles Mastretta, una mujer muy interesante, entrañable y lúcida, una gozada, te deja el cuerpo con ganas de vivir, pues la transmite a raudales.

A lo que iba, las manos... se escribe con las manos, en el ordenador, a mano o como sea. Y leyendo las entradas maravillosas del blog de la escritora, no puedo evitarlo, me viene a la cabeza México D.F. el recuerdo de un reciente viaje y de aquí me voy a las telas bordadas más bonitas que jamás había visto en mi vida y nos las compramos ¿Dónde? En la plaza de Coyoacán, una noche de agosto en un mercadillo. Me quedé fascinada delante de un chiringuito mirando las telas, no lo podía creer, había una variedad infinita de colores, de dibujos. ¿Quién había bordado aquellas telas? La respuesta: tres mujeres durante tres meses. Me es igual si es verdad o es mentira. Lo cierto es que son una maravilla y es pura artesanía de la más preciosa y preciada. Lo que sí es seguro, es que se trata de paciencia, buen hacer y mucho trabajo con las manos.