El paisaje es hermoso, pero no consigo dejar de identificarme con esa capa fina de hielo que cubre los prados, siento frío en el corazón.
Como la guerrera que vuelve a casa, cansada y cabizbaja..
Acudió al llamado, valiente, audaz y sin miedos. Se enfrascó en la lucha sin más bandera que el sentimiento, dejando atrás las armaduras para aligerar su paso, el amor, su refugio y su trinchera.
Incauta, irreverente, desafiante, desbordada y cegada de pasión, caminó y caminó.
Cuando creyó haber llegado al punto de reunión, las otras tropas se habían replegado, habían desertado.
Estaba sola….
Sí bien entera, triste y decepcionada…
Nina
Imagen: Maruku Sama
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