lunes, 9 de abril de 2007

VOLAR EN GLOBO

Preparandonos para salir


Llegamos a Zaragoza un día antes, nos habían contado que para poder volar en globo hay que madrugar, se debe hacer a primera hora del día o a última hora de la tarde, algo relacionado con los vientos, las corrientes de aire frío o caliente y no recuerdo que otros detalles técnicos; para ser sincera no recuerdo nada.
Estábamos de vacaciones y eso en nuestro caso significa despelote completo de horarios, así que nos pareció más prudente amanecer allí para cuando nos vinieran a buscar “los globeros”, que es como ellos mismos se hacían llamar.
Para hacer nuestro encuentro mas fácil, habíamos reservado habitación en lo que nos decían, era el área de servicio mas grande de Europa, justo antes de entrar en Zaragoza, al llegar comprobamos que si no era la mas grande, casi seguro que era la mas fea y desvencijada, pero con algo muy valioso, estación de autobuses y por lo mismo disponía de un restaurante-bar abierto las 24 horas.
La habitación era tan rematadamente fea y poco acogedora que directamente te invitaba a no quedarte y nosotras con el sueño alterado de las aves nocturnas (léase aves, no pajarracos), decidimos instalarnos en un rincón del bar pertrechadas con un café, que es ideal para dormir y observar desde allí el paisaje humano constante, cambiante, que iban trayendo y llevando los autobuses durante toda la noche.
Acostumbradas como estamos a la vida rural aquello era fascinante, un desfile de modelos, pero no de ropa sino de distintos personajes, aunque el tema de la ropa (o como meterse en algo que tiene tres tallas menos, de las que a todas luces sería razonable), sería un relato aparte.
Los autobuses que paran allí son de largo recorrido, de los que atraviesan el país, la gente llegaba con la indumentaria arrugada de muchas horas de viaje en posturas imposibles, ojos de sueño y cansancio, la mirada perdida de quien intenta ubicarse en un sitio nuevo, lleno de gente, con una luz matadora, fría, desagradable después de la penumbra del autobús durante muchas horas.
Así estuvimos buena parte de la noche observando esa marea humana, gente que viajaba por necesidad, se veía que eran trabajadores, personas humildes, otros de vacaciones como nosotras, los mas despiertos y alegres, hasta que nos venció el sueño y subimos a dormir lo que nos quedaba de noche.

3 comentarios:

La Gata Insomne dijo...

Hola Sasha!!!
qué casualidad!!!
mi ordenador anda fatal, inventé hacer cosas tecnológicas que no se me dan y "puse la torta"
Casualmente el post de ayer es un poema de Luisa Castro!!!
Mi padre era de Ourense y quiero dedicar la semana a la poesía gallega, y de pronto al visitarte me encuentro con que tienes un link de posía gallega. eso es una sincronicidad, ya voy a jurungar.

Lo de los Globos me parece alucinante, pero te confieso que los prepaativos no los envidio.
Soy noctánbula, las mañanas las detesto. si hubiera tenido que quedarme mirando el paisaje humano, tampoco recordaría nada, desde una celda por intento de asesinato con café hirviendo a cualquier bípedo que se me acercase!!!!

Las fotos bellas.

besos

Anónimo dijo...

Gracias por visitarnos gata, encantadas (las tortas), de que el link te haya sido de utilidad, en nuestro caso pasamos mas sueño que un gusanito de seda, pero valio la pena.
un beso para ti

Dante Bertini dijo...

valiente mujer! y no sólo por lo del globo...