sábado, 21 de abril de 2012

A través de la noche

No puedo ver, a través de la noche, las llamas de un amanecer tedioso y oscuro. La liebre corre entre la hierba con las orejas como estandartes de jinetes orientales y mi perra da carreras en círculos, sin verla; pero tocándolas por donde ha pasado. La una por un lado y la otra por otro, justo el contrario. Mejor así, pues de la comunicación de estas dos, habría surgido un festín. Sigo por el camino con ánimo de pisar firme, que no se mueva demasiado el suelo. Mi perra hace su cruzada en paralelo, fuera del camino, siempre adelante, siempre por delante: es una líder y yo, la manada.