lunes, 4 de junio de 2007

EL DELTA

Playas del delta
thor buscando bichitos

Los campos de arroz

El delta del Ebro en verano

Desde nuestra casa hasta las playas del delta puede haber unos tres cuartos de hora por carreteras tranquilas sin mucho trafico y rodeadas de naturaleza, nos encanta hacer ese camino, despeja la vista y el alma, no encontrar edificaciones por todas partes y poder circular sin prisas percibiendo los cambios en la naturaleza de las distintas estaciones; los campos de arroz ahora están cubiertos de agua y la carretera al pasar entre ellos parece suspendida en el mar, cuando llegue el verano serán de un verde intenso aparentando una falsa solidez sobre el barro que esconden.

La playa a donde vamos esta en el extremo mas apartado del parque natural, como siempre desierta, como siempre para nosotras solas o casi, incluso en pleno verano hay muy poca gente, paseamos por la orilla escuchando el sonido de las olas, dejándonos acariciar por el sol, sintiendo en nuestros pies descalzos la suavidad de la arena , mientras nuestro perro juega con las olas, se zambulle en el agua y nada para buscar alguna cosa que le hemos tirado, es feliz, mientras juega, se baña y hace grandes carreras sin perdernos nunca de vista cerciorándose de que estamos ahí.

Que lejos queda la ciudad en la que siempre habíamos vivido, que miedo nos daba equivocarnos, de regreso hacia la furgoneta sacamos la fruta, el café y un falso bocadillo para el thor que desde que esta a dieta siempre tiene hambre y nos instalamos frente al mar, recordamos divertidas los comentarios de nuestros amigos de ciudad, ¡playas desiertas que maravilla!, Y casi enseguida, ¿ no os da miedo?; Es la ciudad la que cada día nos da mas miedo, con sus prisas, y su gente estresada y de mal humor.

Dentro de un rato regresaremos a casa con los ojos llenos de paz y la sensación de haber hecho la mas apasionante de las travesías, la mejor de las aventuras, el milagro de sentirnos bien juntas después de tanto tiempo y poder juntas seguir disfrutando de las mismas cosas, eso será dentro de un rato, ahora disfrutamos del mar mientras el thor excava un enorme hoyo en la arena para tumbarse bien fresquito dentro.

Sasha

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Que lindo lo que cuentas. Me alegra que puedan disfrutar de esos momentos. Piensos que esos pequeños momentos hermosos al lado de la persona que amas son los que te hacen feliz. Yo tengo en mis planes pasar toda mi vida junto a sonia. Y disfrutar de esos momentos que te llenan la vida y el alma.
Un beso y nos estamos leyendo.

silencio dijo...

Qué belleza. Dejar la ciudad, dejar los compromisos inmediatos, la rutina, el ruido, la alienación. La naturaleza transforma, o nos devuelve a la forma original, lo primigenio. Qué bonito lugar para transitar, para vivir.

Un fuerte saludo desde la isla

l_blue dijo...

marite os deseamos a sonia y a ti una feliz vida juntas, también quiero aprovechar para agradecerte tu generosidad por el regalo que nos has hecho con el chat.
Un beso para las dos.

l_blue dijo...

islabel como siempre encantadas de leerte, la vida en la naturaleza crea adicción o rechazo, pero es un privilegio poder elegir, eso es cierto. un beso